Me sirve y no me sirve
la esperanza tan dulce
tan pulida, tan triste
la promesa tan leve,
no me sirve
No me sirve tan mansa la esperanza
La rabia tan sumisa
tan débil, tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
tan sabia tanta rabia
El grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno,
tanto trueno.
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.
Sí me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.
Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.
Me sirve tu futuro
que e sun presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.
Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.
!Bravo, maestro¡ bueno el poema.
Estimado profesor, si no le molesta quisiera publicar algo que escribí. Ya no tengo facebook, contraje una aversión purulenta por las redes sociales:
Esto no es un poema, guárdeme Dios de tal arrogancia. Sino tal vez, un texto, para limpiarse el trasero:
Zapatos gastados
Pantalones brillosos
a falta de dinero
para comprarse otros.
Andar lento
Caminar despacio
Postura encorvada
Otro día más
de sufrimientos y
desencantos.
Así es el retrato
del maestro municipalizado
Aquella escoria
antes temida
por alumnos y tutores.
Joroba en espalda
guardadero de insolencias
y decepciones al alba.
Y como si no fuera suficiente
ahora sometido
como cabra al degolladero
en silencio elabora
el portafolio parido
de demandas locuaces
pero sin llegar
al verdadero conflicto.
Muchas gracias, Pato, tus palabras ayudan mucho a continuar realizando esta tarea.