Como ya explicamos, en el artículo anterior, el hombre desde siempre ha buscado medir el tiempo en los calendarios. Ahora bien cada tipo de calendario establecía mediciones distintas, por ello quela palabra “mes” viene del latín mensis, que a su vez proviene de mensio (medición o medida). Los meses del año deben su nombre a los romanos. Septiembre por ser el séptimo mes, octubre el octavo y así sucesivamente… ¡espera no es así, están desfasados! ¿Qué ocurrió? El primer calendario usado por los romanos era estrictamente un calendario lunar por lo que no correspondía con las estaciones. Este cómputo de tiempo era el Calendario de Rómulo y se cree que se remontaba al 753 a.C. De los pocos datos que nos han llegado hasta la actualidad, sabemos que el año se iniciaba con el equinoccio de primavera y tenía 10 meses cuya duración alternaba 30 y 31 días. Estos meses no encajan con ningún ciclo astronómico ni siquiera de manera aproximada. Siglos después el Rey romano Numa Pompilio, basándose en el calendario griego, modificó el sistema creando un período de 354 ó 355 días (12 lunaciones). Se añadieron dos meses más al final: Enero «Ianuarius» (dedicado a Jano) y febrero «Februarius» (de «februare», purificar, dedicado a Plutón).[1] Cada uno se componía de 28 días, aunque posteriormente se añadió un día más a enero. Para hacer coincidir los meses con las estaciones se incluyó un mes de 22 o 23 días cada dos años. Sin embargo a pesar de la aproximación de este calendario al ciclo estacional recibió durante años muchas modificaciones. Las múltiples revisiones sobre todo realizadas por la religión para hacer coincidir sus fechas llevaron a que este calendario en el año 46 a.C. tuviera un desfase con respecto a las estaciones de casi tres meses. En el año 48 a.C. Julio César llegó a Egipto persiguiendo a Pompeyo donde después de vencerlo, conoció a Cleopatra. César fue invitado a una de las celebraciones del nuevo año en Alejandría y a través de Cleopatra conoció la manera cómo se había establecido el calendario egipcio y su duración. César como militar, era una persona pragmática y había observado que el calendario romano, que era basado en la luna, tenía bastantes desviaciones con respecto a la celebración de las estaciones. La celebración del equinoccio de primavera no coincidía con la iniciación de esta estación y los sacerdotes para que coincidieran agregaban quitaban días. En el año 47 a.C. César vuelve a Roma llevando a Sosígenes quien sería quien implementa los cambios al calendario. Se estableció la duración del año en 365.25 días, se colocaron dos meses antes Marzo, para que el año empezara el primero de Enero día del primer plenilunio después del solsticio de invierno y colocó al 25 de Marzo como la fecha del equinoccio de primavera. Se incluyó insertando un día mas en febrero cada cuatro años (bis sextus dies ante calendas Martii: el sexto día antes de las calendas de marzo), convirtiendo en bisiestos todos los años cuyo número es divisible por cuatro, se eliminó por completo la idea de hacer coincidir los meses con las lunaciones cambiándolos para que siguieran los cambios de estación. El primero de enero del año 45 a.C. comenzó la corrección del calendario romano, pero para que la fecha del equinoccio cayera el 25 de marzo, el año 46 a.C. tuvo que ser alargado y llegó a tener más de 400 días, a este se le llamó el año de la confusión. Julio César fue asesinado el año 44 a.C. y la aplicación de las anteriores normas no fueron completas ya que los sacerdotes empezaron a agregar el día adicional cada tres años. El error siguió hasta el año 8 a.C. cuando subió al poder Augusto, quien hizo corregirlo. Como recuerdo a las reformas hechas el senado cambio los nombres de los meses En el año 532 Dionisio el Exiguo, desarrolló una fórmula para el cálculo exacto de la Pascua, basado en el ciclo Metónico. Además inventó lo que hoy conocemos como ANNO DOMINI, o era del Señor. Dionisio definió la fecha de nacimiento de Jesús en el año 1 d.C. Para las fechas anteriores se les designó con el signo negativo o con las palabras antes de Cristo (a.C.). En esa época el concepto del cero no se había inventado, así pues que el año cero no existe para nuestras cuentas(por eso el 2000 no fue tal, sino el 2001). De esta manera se cambió la fecha de inicio del calendario de la fundación de Roma por el nacimiento de Cristo. Se ha determinado que el 25 de diciembre no ocurrió el verdadero nacimiento sino que este día se tomó por convención a mediados del siglo VI para sustituir las antiguas celebraciones romanas del solsticio de invierno. Por último también existen errores en el cálculo del año de nacimiento de Cristo que quizás se produjo cuatro a siete años antes. El 24 de febrero del año 1582 d.C. Gregorio XIII introdujo una reforma fundamental en el calendario Juliano y fue la de ajustar los años bisiestos de manera que los años divisibles por cien pero no por cuatrocientos dejasen de tener 366 días, suprimiendo 3 días cada 4 siglos. A este calendario se le conoce como Gregoriano y es el que rige la medida del tiempo en la actualidad en el mundo occidental con mínimas modificaciones. Sin embargo aún no es un calendario perfecto y por ejemplo se debieron restar 13 y no 10 días para que los equinoccios volvieran a coincidir con el cálculo original de Sosígenes y la diferencia entre el calendario Gregoriano de 365,2425 días con el año tropical de 365,24219879 días es de un día cada 3.320 años y se debería hacer que solo los años múltiplos de mil sólo sean bisiestos cuando no son divisibles por 4.000. Es poco probable que se realicen nuevos cambios fundamentales en el calendario porque son poco prácticos y llevarían a confusiones y costos inimaginables. [1] Los meses y sus nombres: El origen de nuestros meses se remonta, como se dijo en la nota anterior, al antiguo calendario romano. Como consecuencia, también sus nombres tienen ese origen.Los romanos y su calendario.
de Quintilis por el de Julio y el de Sextilis por Agosto, pero como este no podía ser menos que Julio se le quito un día a febrero, que quedó con 28 y se le paso a Agosto que finalmente quedo con 31.
La tierra no tiene una velocidad constante de rotación y su velocidad ha ido disminuyendo a través del tiempo, de esta manera se ha presentado un desfase en la coincidencia de las estaciones y el calendario, desfase, que no fue corregido completamente por las modificaciones en el calendario juliano. Hacia el ano 325 d.C. el equinoccio de primavera en vez de caer el 25 de marzo cayó el 21 de ese mismo mes. En el concilio de Nicea no se corrigió el error y se considero que los cálculos de Sosígenes estaban errados al predecir el equinoccio de primavera y entonces éste se trasladó al 21 de marzo.
-
Artículos recientes
Comentarios recientes
- RODRIGO GAJARDO en El Colegio san Ignacio, con apellido AO.
- Lariana en Silenciosa lucidez
- Simón en Acerca de
- Lucas en Compromiso
- #Estepolvotemata: la gran marcha | Kimniekan en Terminando el año… con la ayuda de mis amigos.
Archivos
- Diciembre 2021
- Septiembre 2021
- Julio 2021
- Junio 2021
- Mayo 2021
- Abril 2021
- Marzo 2021
- Febrero 2021
- Enero 2021
- Octubre 2019
- Septiembre 2018
- Noviembre 2017
- Octubre 2017
- Diciembre 2016
- Octubre 2016
- Septiembre 2016
- Marzo 2016
- Enero 2016
- Diciembre 2015
- Noviembre 2015
- Septiembre 2015
- Agosto 2015
- Julio 2015
- Junio 2015
- Marzo 2015
- Diciembre 2014
- Octubre 2014
- Agosto 2014
- Mayo 2014
- Marzo 2014
- Noviembre 2013
- Octubre 2013
- Septiembre 2013
- Agosto 2013
- Julio 2013
- Junio 2013
- Mayo 2013
- Marzo 2013
- Octubre 2012
- Febrero 2012
- Diciembre 2011
- Octubre 2011
- Junio 2011
- Mayo 2011
- Enero 2011
- Diciembre 2010
- Noviembre 2010
- Octubre 2010
- Septiembre 2010
- Julio 2010
- Mayo 2010
- Abril 2010
- Febrero 2010
- Enero 2010
Categorías
Meta